lunes, 21 de septiembre de 2009

¿Condenser o dinámico?


Cuestión que para grabar algún temita necesitaba un aparato de esos que parecen una bocha de helado sobre un cucurucho y se usan para captar sonidos.

Como siempre la búsqueda empezó con una cota presupuestaria que rápidamente se evaporó tras la primera pasada por foros y listas de precios.
La dualidad estaba a la vista: un micrófono de condensador (condenser en la jerga), o uno dinámico (de bobina móvil).

Los primeros, más sutiles (y por consiguiente más caprichosos) a la hora de captar sonidos complejos como voces, guitarras acústicas o platillos, son los clásicamente utilizados en estudio para las aplicaciones detalladas. Son muy sensibles, por lo que requieren un montaje especial (spider mount) que los sostiene como colgados para evitar que cualquier vibración en el soporte sea captada. Adicionalmente requieren "phantom power" (alimentación +-48 volts a través del cable de audio -mi consola tiene, fiu).

Los dinámicos son los que se corresponden a la visual descripción del primer párrafo, y se usan para miquear amplificadores de guitarra, tambores, y voces en vivo. Se la bancan bastante más, pero no son tan sensibles como los de condensador.

Hay una cuestión fundamental que salta a la vista: los condenser cuestan una pila de plata. Los más baratos (Samson C01, Behringer C1) andan entre 400 y 500 mangos, y de ahí para arriba hasta números del orden de miles de dólares... En cambio, entre los dinámicos te podés comprar lo estándar para uso profesional (son los Shure SM58 para voces y SM57 para instrumentos) por los mismos 400 o 500 mangos que te sale el más barato de los condenser, y por supuesto hay una amplia gama de modelos (algunos de excelente calidad) por debajo de esos números.

Aún siendo el argumento de los números bastante persuasivo de por sí, se le suma el hecho de que mi estudio no tiene precisamente acustización profesional, con lo que un micrófono de condensador acá me hubiera captado las líneas de colectivo de media capital. El último factor que influyó a favor de los dinámicos fue la posibilidad de usar el micrófono en vivo.

El que me terminé comprando es un Shure PG48. La línea PG es la más barata de Shure, y el 48 es el micrófono recomendado para aplicaciones de voz hablada ("spoken word applications"). Si bien yo lo uso para cantar, la diferencia de precio con el PG58 (recomendado para grabar cantantes) me convenció de llevarme el otro.

Por ahora, me sirve a la perfección. Me toma bien la voz e incluso logré tomar la guitarra acústica. Ilustro: el otro día mientras hacía una toma, me agarró de fondo el sonido de la ducha que me había dejado abierta (grabo como a 5 metros de la puerta del baño).

Conforme vaya aprendiendo, y mi estudio crezca (¡y se acustice!) iré ampliando el plantel y sumando fundamento; prometo divulgarlo.

Para la próxima un temita, C U!



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